Hay Yo

Hay Yo, porque no puedo dejar de serlo por más que lo intente a menos que me quite la vida y aun así no sé qué sucedería porque nunca antes he muerto. Lo que no puedo asegurar es que haya lo otro, lo no yo, porque todo experimento me participa, me remite, en última instancia, se me informa a mí, para que me informe y si no se me informa, se me informa que no se me informa o no se me informa que no se me informa, pero en este último caso no puedo tenerlo en cuenta porque no estoy informado y estaría suponiendo algo que no puedo asegurar y lo mismo sería si me informo de un evento que sucedió y no me había enterado porque al momento me entero. No encuentro la forma de despegarme de lo TODO. Pero si no hay lo otro, al menos sí hay lo involuntario y lo desconocido. Lo que está más allá de mi voluntad y lo que es más allá de mi conciencia. Aun en el caso de que se trate de mí, esa parte mía me pertenece a medias, porque no la controlo o no la conozco. Lo que sí puedo asegurar es que entre yo y mi dudoso no yo completamos el todo. Y si no puedo llegar a la certeza absoluta de lo no yo, puedo intentar aproximarme evaluando las posibilidades de que todo sea yo y nada más que yo o que esté compartiendo el todo con un no yo. Como ya dije una prueba que podría ser válida es quitarme la vida, pero en ese caso no tendré el resultado del experimento. Otra alternativa para saber si hay un no yo independiente de yo que subsista a yo si yo dejara de ser- de eso se trata mi interrogante- es salir de yo. Pero cómo estar seguro que al cambiar de yo y ubicarme fuera del yo, no me esté engañando y permaneciendo en yo. Ya que aunque no dudo de mí existencia, no sé lo que soy. Y sin embargo, cuando regresamos a los espacios que abandonamos o que nos habían quitado, tomamos conciencia que la vida continúa sin nosotros y ninguna metafísica nos convence que es de otra manera. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario