Ética de Baruch Spinoza

Ética de Baruch Spinoza

Traducciones de la Ética al castellano. 

Hacia 1980 eran tres:

-Rodrigue Bachiller, Aguilar, Buenos Aires, 2da edición, 1961, reedición 1974 (con todas las erratas, que no son pocas, de las anteriores ediciones)

-Oscar Cohan, México, Fondo de Cultura Económica, 1958.

Juan Carlos Bardé, notas de V.E. Lollini, Buenos Aires, Librería Perlado Eds., 1940.

La de Rodríguez Bachiller dice ser traducción del latín, aunque por los errores delata ser traducción fiel de la francesa de Charles Appuhn, (a la vista edición de Garnier-Flammarion de 1965), pero a la vez con muchos errores que alteran el sentido por completo del texto.
En definitiva, a la dificultad del texto original añade una distorsión notable y es el texto más al alcance del público estudiantil.



Baruch Spinoza (1632-1677)

1677
 
Edición y Maquetación: POR FÉLIX GARCÍA SÁNCHEZ
 
Fuente: :Introducción, traducción y notas de Vidal Peña © 1980, 

Editora Nacional, Madrid © Por la presente edición, 

EDICIONES ORBIS S. A.

HYSPAMERICA
El texto latino de la Ética utilizado es el del tomo II de la edición crítica de Carl GebhardtHeidelbergCarl Winters, 1924, considerada hace tiempo como canónica, por encima incluso de la de Van Vloten y Land.


Nota mía: ¿porqué a una obra que pone en definiciones al universo la llama Ética? Porque el objetivo de conocer las causas y las naturalezas de las cosas, es mejorar el comportamiento humano.

Parte Primera: De Dios

Definiciones
1-Causa de sí (su esencia implica la existencia, no puede concebirse como no existente) 
2-Finito en su género.
3-Substancia, 4-atributo y 5-modo.
6-Dios Infinito absolutamente
7-Libre y 8-Eternidad

Axiomas
  1. Todo lo que es, es en sí o en otra cosa
  2. Lo que no puede concebirse por otra cosa, debe concebirse por sí.
  3. Causa y efecto y su doble implicancia
  4. La causa implica al efecto y el conocimiento del mismo.
  5. Cosas independientes no pueden implicarse mutuamente.
  6. Idea verdadera: conforme a lo ideado por ella.
  7. La esencia de todo lo que puede concebirse como no existente no implica la existencia (lo que no es causa de sí)


Detalle de las definiciones 1-8
1-Causa de sí (su esencia implica la existencia, no puede concebirse como no existente) y 

2-Finito en su género. Está limitado por otra cosa de su misma naturaleza

3-Substancia:aquello que es en sí  y se concibe por sí, esto es, aquello cuyo concepto para formarse, no precisa del concepto de otra cosa

 4-atributo: aquello que el entendimiento percibe de una sustancia, como constitutivo de la esencia de la misma (constituye la naturaleza de la substancia)

 5-modo: por modo entiendo las afecciones de una substancia , o sea, aquello que es en otra cosa, por medio de la cual es también concebido.

6-Dios: entiendo un ser absolutamente infinito, esto es, una substancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita.  

Explicación: Infinito absolutamente. De lo que es infinito en su género, podemos negar, infinitos atributos. Mientras que a la esencia de lo que es absolutamente infinito pertenece todo cuanto expresa su esencia, y no implica negación alguna.

7-Libre: aquella cosa que existe en virtud de la sola necesidad de su naturaleza y es determinada por sí sola a obrar
Necesaria (mejor, compelida): es determinada por otra cosa a existir y operar, de cierta y determinada manera. 

y 8-Eternidad: la existencia misma
La existencia está en la esencia de lo eterno y lo eterno está en la esencia de la existencia. Sus definiciones se implican mutuamente. 

Proposiciones

Una substancia es anterior a sus afecciones

Substancias con distintos atributos son independientes en cuanto a implicación. 

Las cosas distintas lo son por la diversidad de sus substancias en sus atributos o en sus afecciones.

Más allá del entendimiento, sigue habiendo solo substancias con sus atributos y afecciones siendo entonces lo único a su vez para distinguir cosas entre sí.

Las substancias deben distinguirse en al menos un atributo (ya que el atributo es la naturaleza, esencia, de la substancia).

Una substancia no puede ser producida por otra substancia (no queda clara la primera explicación, pero sí la segunda: una substancia que fuera producida por otra no podría ser conocida sin conocer la otra y esto es no sería una substancia )

Prop 5 En el orden natural no pueden darse dos o más substancias de la misma naturaleza. Es decir, con el mismo atributo.

Una substancia no puede ser producida por otra cosa

Prop 7 A la naturaleza de una substancia pertenece el existir

Toda substancia es infinita. Pues si fuera finita sería limitada por otra de su misma naturaleza. Pero 

El ser finito es una negación parcial

El ser infinito es una afirmación absoluta de la existencia de cualquier naturaleza

Escolio 2
La prop 7 será difícil de comprender para quienes no comprenden las causas, que creen que el hombre tiene su causa en semen o en piedras, que cualquier transformación es posible, atribuyen a los árboles el poder hablar, a lo divino naturaleza humana ignorando cómo se producen los afectos en el alma. Una substancia es aquello cuyo conocimiento no precisa del conocimiento de otra cosa.

Puede tenerse en el pensamiento una idea falsa de una modificación, es decir, que no exista en acto, porque su conocimiento se explica por otra cosa, pero no de una substancia. Si se tiene una idea clara y distinta, es decir verdadera, de una substancia, es porque existe. Si no existiera se diría que lo verdadero es falso. Por otro lado si se dijera que la substancia es creada, se diría que algo falso, pasó a ser verdadero. Ambos absurdos. De modo que la existencia de una substancia es, como su esencia, una verdad eterna, 

1-La verdadera definición de una cosa no explica más que su naturaleza
2-Ninguna definición conlleva ni expresa un número determinado de individuos
3-Se da alguna causa determinada de cada cosa que existe
4-Esa causa se da contenida en la misma naturaleza y definición de la cosa existente (porque el existir es propio de su naturaleza) o bien debe darse fuera de ella

Por tanto, existe solo una única substancia de la misma naturaleza

Prop 9 A más realidad más atributos

Prop 10 Cada atributo de una misma naturaleza debe concebirse por sí.

Prop 11 Dios, o sea una substancia que consta de infinitos atributos, cada uno de los cuales expresa una esencia eterna e infinita, existe necesariamente

Otra demostración: debe asignarse a cada cosa una causa, o sea, una razón, tanto de su existencia, como de su no existencia. Existe necesariamente aquello de lo que no se da razón o causa alguna que impida que exista.

(nota mía: de manera que puede asumirse su existencia, un Falso, hasta que se demuestre su inexistencia)

Es absurdo afirmar eso de un Ser absolutamente infinito e infinitamente Perfecto

La perfección de una cosa pone existencia y la imperfección la quita. Por consiguiente debemos estar seguros de la existencia del Ser absolutamente infinito, o sea perfecto, esto es, Dios. Potencia es el poder existir. Cuanta más realidad compete a la naturaleza de una cosa, más fuerza para poder existir. dicho muy cierto: "Lo que pronto se hace, pronto perece". Perfección es elevado nivel de realidad, potencia, fuerza para poder existir. Potencia es potencia de existir.

Prop 12 Ningún atributo puede justificar que la substancia puede ser dividida

Prop 13 Una substancia absolutamente infinita es indivisible

Corolario: ninguna substancia, y consiguientemente, ninguna substancia corporea, es divisible

Escolio: una parte de una substancia sería finita y contradice prop 8

Prop 14 No puede darse ni concebirse substancia alguna excepto Dios
Demostración: si se diera compartiría un atributo con Dios. Y si se concibiera debería existir. Por prop 11 y 5.

Corolario 1: Dios es único. Esto es (por Def 6) en la naturaleza no hay sino una sola substancia, y que ésta es absolutamente infinita (Escolio de prop 10)

Corolario 2: la cosa extensa y la cosa pensante son o bien atributos de Dios o bien afecciones de los atributos de Dios (Axioma 1)

Prop 15 Todo cuanto es, es en Dios y sin Dios nada puede ser ni concebirse.
Demostración: solo hay una substancia que es Dios, y los modos no pueden concebirse sin una substancia (prop 14, def 3, def 5, axioma 1 y nada hay fuera de substancias y modos)

Lo corpóreo es uno de los infinitos atributos de Dios. (La substancia corpórea es lo que tiene extensión, lo que tiene ancho, largo y alto)

Los que lo niegan aducen: 
Lo corpóreo es divisible y lo divisible es finito porque suponer la división de infinitos lleva a tener infinitos del doble de número que sus mitades y cosas por el estilo. Pero eso surge de suponer que lo corpóreo está compuesto de partes, múltiple y divisible. O que lo corpóreo dado que es divisible, padece y Dios, perfecto, no puede padecer.

Pero ya fue probado (prop 12 y corolario prop 13) que la substancia corpórea es infinita, única e indivisible

Demostración:
Una razón clara es infalible. En la naturaleza no hay vacío. (explicado en otra parte). Las partes deben concurrir para que no lo haya y por tanto no pueden distinguirse realmente entre sí como partes. Luego una substancia corpórea no puede ser dividida. 

¿Por qué somos tan propensos a dividir la cantidad? La cantidad es concebida abstractamente, superficialmente, por la imaginación o como substancia, lo que sólo hace el entendimiento. Si consideramos la cantidad tal como se da en la imaginación -lo que hacemos más frecuentemente y con mayor facilidad- aparecerá finita, divisible y compuesta de partes; pero si la consideramos tal como se da en el entendimiento, y la concebimos en cuanto substancia -lo cual es muy difícil- entonces, como ya hemos demostrado suficientemente, aparecerá infinita, única e indivisible. La materia es la misma en todo lugar y no se distinguen partes sino en cuanto la concebimos afectada de diversos modos, pero es distinción modal y no real. Por ejemplo concebimos que el agua, en cuanto es agua, se divide, pero no en cuanto que es substancia corpórea. Además el agua, en cuanto agua, se genera y se corrompe, pero en cuanto substancia ni se genera ni se corrompe

Digo pues que todo lo que ocurre, ocurre en virtud de las solas leyes de la infinita naturaleza de Dios y se sigue (como se demostrará en prop 16) de la necesidad de su esencia.

Prop 16 De la necesidad de la naturaleza divina deben seguirse infinitas cosas de infinitos modos (esto es , todo lo que puede caer bajo un entendimiento infinito)

Demostración: considerar que de una definición dada de una cosa cualquiera concluye el entendimiento varias propiedades, que se siguen realmente, de un modo necesario, de dicha definición (esto es, de la esencia misma de la cosa) y tantas más cuanto mayor realidad expresa la definición misma de la cosa.

Corolario 1: Dios es causa suficiente de todas las cosas que pueden caer bajo un entendimiento infinito.

Corolario 2: Dios es causa por sí, y no por accidente

Corolario 3: Dios es absolutamente causa primera

Prop 17 Dios obra en virtud de las solas leyes de su naturaleza, y no forzado por nadie

Corolario I: no hay ninguna causa, extrínseca o intrínsecamente, que incite a Dios a obrar, a no ser la perfección de su misma naturaleza.

Corolario II: solo Dios es causa libre

Escolio: algunos creen que al ser causa libre, Dios puede hacer que no ocurran, es decir que no sean producidas, las cosas que hemos dicho que se siguen de su naturaleza, esto es, que están en su potestad. Pero esto es pretender que de una causa no se siga su efecto, absurdo. Como pretender que Dios pueda hacer que de la naturaleza del triángulo no se siga que sus ángulos valen dos rectos. Ni el entendimiento ni la voluntad pertenecen a la naturaleza de Dios

Los que dicen no conocer mayor perfección para atribuirle a Dios es porque ven esos atributos como máxima perfección en el hombre y atribuyen a Dios naturaleza humana. Otros dicen que abribuirle potestad para crear en acto todo lo que entiende en acto (ya que por otra parte sí le atribuyen ese entendimiento de todas las cosas en acto) destruiría su potencia pues no hubiese podido crear nada más, por tanto lo consideran indiferente a todo y creando nada más que solo lo que ha decidido crear, en virtud de una cierta voluntad absoluta. Pero todo esto, comparado a lo dicho, más que darle omnipotencia, se la quita. Ya que Dios entendería infinitas cosas creables, las cuales, sin embargo, no podrá crear nunca. 

Si el entendimiento y la voluntad pertenecieran a la naturaleza de Dios, estaríamos refiriéndonos a algo que solo coincidirían en el nombre con los que denominamos al entendimiento y voluntad del hombre. 

Demostración: 
...El entendimiento, la voluntad y la potencia de Dios, son todo uno y lo mismo.... y como el entendimiento de Dios es única causa de las cosas, es decir, tanto de su esencia, como de su existencia, debe necesariamente diferir de ellas tanto en razón de su esencia, como de su existencia...lo causado difiere de su causa por aquello que en virtud de su causa tiene...un hombre es causa de la existencia, pero no de la esencia, de otro hombre, pues esta es una verdad eterna, y por eso pueden concordar del todo según la esencia, pero según la existencia deben diferir; y, a causa de ello, si perece la existencia de uno, no perecerá por eso la del otro, pero si la esencia de uno pudiera destruirse y volverse falsa, se destruiría también la esencia del otro...(Recordemos que una substancia es causa de sí o lo que es lo mismo su esencia implica su existencia. Vemos que esto no ocurre en el hombre en cuanto hombre)...La cosa que es causa, no solo de la esencia, sino también de la existencia de algún efecto, debe diferir de dicho efecto, tanto en la razón de la esencia, como en la razón de la existencia. (caso contrario al dejar de existir uno, deja de existir el otro)...el entendimiento de Dios es causa no sólo de la esencia sino también de la existencia de nuestro entendimiento. Luego el entendimiento de Dios, en cuanto se le concibe como constitutivo de la esencia divina, difiere de nuestro entendimiento tanto en razón de la esencia como en razón de la existencia, y no puede concordar con él en cosa alguna, excepto en el nombre, como queríamos. Acerca de la voluntad se produce de la misma manera, como cualquiera puede ver fácilmente.

Prop 18 Dios es causa inmanente, pero no transitiva, de todas las cosas. (prop 15, corolario 1 de prop 16, prop 14, def 3. Es lo primero y es la única cosa que es en sí)

Prop 19 Dios es eterno, o sea todos los atributos de Dios son eternos (Es una substancia, que existe necesariamente, a cuya naturaleza pertenece el existir, en su definición, esencia, está el existir y así, es eterno)
(prop 11, prop 7, def 8, def 4, prop 7) además por prop 19 de los "Principios de la filosofía de Descartes" donde ya he probado de otra manera la eternidad de Dios.

Escolio: también evidente por la forma que quedó demostrada la existencia de Dios (prop 11). La existencia de Dios, como su esencia, es una verdad eterna. 

Prop 20 La existencia de Dios y su esencia, son uno y lo mismo (prop ant, def 8, def 4)

Corolario 1: la existencia de Dios es, como su esencia, una verdad eterna

Corolario 2: Dios es inmutable y todos sus atributos son inmutables. Si mudaran por razón de la existencia, lo harían por razón de la esencia, se convertirían de verdaderos en falsos, absurdo.

Prop 21 Todo lo que se sigue de la naturaleza, tomada en términos absolutos, de algún atributo de Dios, ha debido existir siempre y ser infinito, o sea, es eterno e infinito en virtud de ese atributo. 

Ejemplo, idea de Dios en el pensamiento es eterna. O cualquier otra cosa que necesariamente se siga de la naturaleza de algún atributo, tomada en términos absolutos, no puede tener una duración determinada, sino que, en virtud de ese atributo, es eterna.

Si se concibe un pensamiento de la idea de Dios, con una duración, estará contenido en un pensamiento en términos absolutos, infinito, 

(prop 11, def 2, corolario 2 de prop 20)

Prop 22 Todo lo que se sigue a partir de un atributo de Dios, en cuanto afectado de una modificación tal que en virtud de dicho atributo existe necesariamente y es infinita, debe también existir necesariamente y ser infinito. 

Demostración: idem anterior

Prop 23 Todo modo que existe necesariamente y es infinito, ha debido seguirse necesariamente, o bien de la naturaleza de algún atributo de Dios considerada en absoluto, o bien a partir de algún atributo afectado de una modificación que existe necesariamente y es infinita

Prop 24 La esencia de las cosas producidas por Dios no implica la existencia (def 1)

Corolario: Dios no solo es causa de que las cosas comiencen a existir, sino también de que perseveren en la existencia, o sea (para usar un término escolástico), que Dios es causa del ser de las cosas
 
Pues, existan las cosas o no, siempre que consideramos su esencia hallamos que ésta no implica ni la existencia ni la duración, y así su esencia no puede ser causa de su existencia ni de su duración, sino sólo Dios, única naturaleza a la que pertenece el existir (corolario 1 de prop 14)

Prop 25 Dios no sólo es causa eficiente de la existencia de las cosas, sino también de su esencia (axioma 4, prop 15)

Escolio: deriva más claramente de prop 16. Dios es causa de todas las cosas. Además por corolario siguiente.
Corolario:  Las cosas particulares no son sino afecciones de los atributos de Dios. O sea, modos por los cuales los atributos de Dios se expresan de cierta y determinada manera.  (prop 15 y def 5)

Prop 26. Una cosa determinada a obrar algo, lo ha sido necesariamente por Dios. Y la que no lo ha sido por Dios, no puede determinarse a sí misma a obrar. (prop 25 y 16)

Prop 27 Una cosa que ha sido determinada por Dios a obrar algo, no puede convenirse a sí misma en indeterminada (axioma 3)

Prop 28.Ninguna cosa singular, o sea, ninguna cosa que es finita y tiene una existencia determinada, puede existir, ni ser determinada a obrar, si no es determinada a existir y obrar por otra causa, que es también finita y tiene una existencia determinada; y así hasta el infinito

Prop 29  No hay nada contingente. Todas las cosas están determinadas, en virtud de la necesidad de la naturaleza divina, no sólo a existir, sino también a existir y obrar de cierta manera. (prop 15, 11, 16, 21, 27, corolario prop 24, prop 26, prop 27, 

Escolio: naturaleza naturante es lo que es en sí y se concibe por sí, esto es, los atributos de la substancia que expresan una esencia eterna e infinita, esto es, Dios, en cuanto considerado como causa libre. (corolario 1 prop 14 y corolario 2 prop 17). Naturaleza naturada, todo aquello que se sigue de la necesidad de la naturaleza de Dios, o sea, de cada uno de los atributos de Dios, esto es, todos los modos de los atributos de Dios, en cuanto considerados como cosas que son en Dios, y que sin Dios no pueden ser ni concebirse.  

Prop 30 El entendimiento finito en acto, o el infinito en acto, debe comprender los atributos de Dios y las afecciones de Dios, y nada más. (axioma 6, corolario 1 prop 14, prop 15)
Lo que está contenido objetivamente en el entendimiento debe darse necesariamente en la naturaleza.

Prop 31 En entendimiento en acto, sea finito o infinito, así como la voluntad, el deseo, el amor, etc., deben ser referidos a la Naturaleza naturada, y no a la naturante. 

Demostración:  No entendemos por "entendimiento" el pensamiento en términos absolutos, sino sólo un cierto modo del pensar, que difiere de otros modos como el deseo, el amor, etc. y que por tanto debe ser concebido por medio del pensamiento tomado en términos absolutos, es decir (prop 15, def 6) , debe concebirse por medio de un atributo de Dios que exprese la eterna e infinita esencia del pensamiento de tal modo que sin él no pueda ser ni ser concebido y por ello (por el escolio de la prop 29) debe ser referido a la Naturaleza naturada, como también los demás modos de pensar, y no a la naturante.

Teoría de los modos
Jerarquía de los modos: 
Extensión
    Modo infinito inmediato: "movimiento y reposo"
    Modo infinito mediato: la "faz de todo el universo"
    Modo finito: los cuerpos
Pensamiento
    Modo infinito inmediato: el "entendimiento absolutamente infinito"
    Modo infinito mediato: quedó el hueco
    Modo finito: las ideas particulares (sobreentendiendo ideas verdaderas así como falsas y "afectos" de todo tipo)

Caracterización: 
   Modo infinito inmediato: determinación más genérica de la natura naturata (ej, "movimiento y reposo", leyes de la mecánica, es la determinación que afecta a todos los modos de la extensión)
  
   Decir que el "movimiento y reposo" es modo infinito inmediato de la extensión equivale a decir que todos los cuerpos obedecen a las leyes del movimiento y reposo. 

   Modo infinito mediato: la realidad actual universal. La "faz de todo el universo" sería así, el "sistema de los cuerpos" mediado por el "movimiento y el reposo". 
  
(puede verse el Materialismo de Espinosa, cit., capítulos IV y V. 

Prop 32 La voluntad no puede llamarse causa libre, sino solo causa necesaria. (la voluntad, como el entendimiento, es sólo un cierto modo del pensar) (prop 28) ninguna volición puede existir ni ser determinada a obrar si no es determinada por otra causa y esta a su vez por otra y así hasta el infinito. Pues si se supone una volunta infinita...en cuanto Dios tiene un atributo que expresa la esencia infinita y eterna del pensamiento (prop 23)...(def 7)

Corolario 1: Dios no obra en virtud de la libertad de su voluntad

Corolario 2: la voluntad y el entendimiento se relacionan con la naturaleza de Dios como lo hacen el movimiento y el resposo y , en general, todas las cosas de la naturaleza, las cuales (por la Proposición 29) deben ser determinadas por Dios a existir y obrar de cierta manera. 

No puede decirse que Dios actúa en virtud de la libertad de su voluntad, como tampoco puede decirse que Dios actúa en virtud de la libertad del movimiento y el reposo.

Prop 33 Las cosas no han podido ser producidas por Dios de ninguna otra manera ni en ningún otro orden que como lo han sido. (prop 16-29-11-14)

Escolio 1: 
Se llama "necesaria" a una cosa, ya en razón de su esencia, ya en razón de su causa. En efecto: la existencia de una cosa cualquiera se sigue necesariamente, o bien de su esencia y definición, o bien de una causa eficiente dada.
Por iguales motivos, se llama "imposible" a una cosa: o porque su esencia -o sea, su definición- implica contradicción, o porque no hay causa externa alguna determinada a producir tal cosa. 
Pero una cosa se llama "contingente", solo con respecto a una deficiencia de nuestro conocimiento.

Habiendo partido de un Dios perfecto nos hemos visto obligados a atribuirle esta naturaleza. Si las cosas pudieran ser de otra manera, la naturaleza de Dios tendría necesariamente que ser otra. Esto es difícil de aceptar porque los hombres están acostumbrados a atribuirle a Dios otra voluntad que es distinta de la que nosotros hemos enseñado (def 7). Pero ese tipo de libertad atribuida a Dios no solo que es fútil, sino que es un obstáculo para la ciencia. (escolio prop 17) Pero aun atribuyéndole a Dios esa voluntad, llegaríamos a que las cosas no podrían haber sido de otra manera, pues de haber querido cambiar sus "decretos" habría sido por tener otro entendimiento y otra voluntad y esto sería porque su esencia sería distinta lo que es absurdo. Podría decirse que los criterios de perfección y bondad son criterios de Dios y que podría invertirlos. Pero eso equivale a decir que Dios, que entiende aquello que quiere y puede hacer en virtud de su voluntad que él mismo entienda las cosas de otra manera que como las entiende. Un gran absurdo. Otra forma redirigiendo hacia ellos su propio argumento a mis adversarios, sería decir que todas las cosas dependen de la potestad de Dios de modo que para que las cosas pudiesen ser de otra manera, la voluntad de Dios debería ser de otra manera, lo cual no puede ser en virtud de su perfección. Luego las cosas tampoco pueden serlo. Con todo, un Dios que actúa indiferente y con capricho de acuerdo a su voluntad, se desvía menos de la verdad que uno que actúa con la mirada puesta en el bien. Pues estarían estableciendo algo fuera de Dios, como un modelo al cual Dios se somete y a lo cual tiende como a un fin determinado y eso no significa sino el sometimiento de Dios al destino. Más absurdo aun pues ya afirmamos que Dios es primera y única causa libre. 

Prop 34 La potencia de Dios es su esencia misma (prop 11-16 y su corolario)

Prop 35 Todo lo que concebimos que está en la potestad de Dios, es necesariamente. (ant)

Prop 36 Nada existe, de cuya naturaleza no se siga algún efecto (corolario de la prop 25, prop 34-16)

Apéndice
He explicado la naturaleza de Dios y sus propiedades, a saber: que existe necesariamente; que es único; que es y obra en virtud de la sola necesidad de su naturaleza; que es causa libre de todas las cosas, y de qué modo lo es; que todas las cosas son en Dios y dependen de él, de suerte que sin Él no pueden ser ni concebirse; y, por último, que todas han sido predeterminadas por Dios, no ciertamente, en virtud de la libertad de su voluntad o por su capricho absoluto, sino en virtud de la naturaleza de Dios, o sea, su infinita potencia, tomada absolutamente. El prejuicio que concentra a los otros prejuicios es creer que todas las cosas de la naturaleza actúan, como ellos, como los hombres, por razón de un fin, e incluso tienen por cierto que Dios mismo dirige las cosas hacia un cierto fin. Incluso que Dios ha hecho todas las cosas con vistas al hombre. Y que ha creado al hombre para que le rinda culto. Y cómo a partir de éste prejuicio han surgido los otros acerca del bien y del mal, el mérito y el pecado, la alabanza y el vituperio, el orden y la confusión, la belleza y la fealdad, y otros de este género. Ahora bien, deducir todo ello a partir de la naturaleza del alma humana no es de este lugar. Todos los hombres nacen ignorantes de las causas de las cosas, y todos los hombres poseen apetito de buscar lo que les es útil, y de ello son conscientes. Se imaginan libres, conscientes de sus voliciones y de su apetito, y ni soñando piensan en las causas que les disponen a apetecer y querer, porque las ignoran. Los hombres actúan siempre con vistas a un fin, a saber: con vistas a la utilidad que apetecen de lo que se sigue que solo anhelan siempre saber las causas finales de las cosas que se llevan a cabo. Juzgan necesariamente de la índole ajena a partir de la propia. Como encuentran no pocos medios, dentro y fuera de sí mismos, que cooperan en la consecución de lo que les es útil consideran las cosas de la naturaleza como medios y como han sido encontrados, pero no organizados por ellos, y como no creen que las cosas se hayan hecho a sí mismas, creyeron que lo hizo otro, algún o algunos rectores provistos de libertad humana. Dado que no han tenido nunca noticias de su índole, se vieron obligados a juzgar de ella a partir de la suya y así han creído que los dioses enderezan todas las cosas a la humana utilidad para atraerlos y obtener su admiración. Y el hombre escogió diversos modos de dar culto a Dios para que los amara más que a los otros y así dirigiese la naturaleza entera en provecho de su ciego deseo. Este prejuicio trocó en superstición, echando profundas raíces en las almas, y todos se han esforzado al máximo por entender y explicar las causas finales de todas las cosas. Pero al pretender mostrar que la naturaleza no hace nada en vano (esto es: no hace nada que no sea útil a los hombres) no han mostrado -parece- otra cosa, sino que la naturaleza y los dioses deliran lo mismo que los hombres. En medio de tantas ventajas no han dejado de encontrar desventajas...terremotos, tempestades,plagas,enfermedades...y lo han atribuido al enojo y castigo de los dioses o bien por ofensas o errores en el culto. Y aunque ...experiencia patentizase con infinitos ejemplos...beneficios y desgracias caen por igual en pios e impíos...no por ello han desistido de su inveterado prejuicio: situar este hecho entre otras cosas desconocidas cuya utilidad ignoraban. Conservando así su presente e innato estado de ignorancia que les resultaba mucho más fácil que destruir todo aquel edificio y planear uno nuevo. Y de ahí que afirmasen como cosa cierta que los juicios de los dioses superaba con mucho la capacidad humana, afirmación que habría sido, sin duda, la única causa de que la verdad permaneciese eternamente oculta para el género humano, si la Matemática, que versa no sobre los fines, sino solo sobre las esencias y propiedades de las figuras, no hubiese mostrado a los hombres otra norma de verdad...(prop 16 y corolarios de la prop 32)
Esta doctrina acerca del fin transforma por completo la naturaleza pues invierte los papeles de causa y efecto; convierte en posterior lo que es, por naturaleza, anterior y trueca en imperfectísimo lo que es supremo y perfectísimo(Prop. 21, 22, 23). Los secuaces de esta doctrina no pueden esquivar el hecho de que un Dios que actúe por un fin denota imperfección por carencia. Y para proteger su doctrina se refugian, no en la negación ni en el absurdo, sino en la ignorancia. Quien intenta a la naturaleza comprenderla como sabio, y no admirarla como necio, es llamado hereje e impío. Persuadidos los hombres de que todo lo que ocurre ocurre por causa de ellos, han debido juzgar como lo principal en toda cosa aquello que les resultaba más útil, y estimar como las más excelentes de todas aquellas cosas que les afectaban del mejor modo. De donde han debido formar nociones con las que intentan explicar la naturaleza de las cosas, tales como Bien, Mal, Orden, Confusión, Calor, Frío, Belleza y Fealdad; y dado que se consideran a sí mismos como libres, de ahí han salido nociones tales como Alabanza, Vituperio, Pecado y Mérito. Y como lo ordenado les es más placentero que lo confuso atribuyen a la naturaleza un orden, pero que solo está en su imaginación; y al atribuirle a Dios el haber creado las cosas con un cierto Orden, le siguen atribuyendo naturaleza humana, pues le están otorgando Imaginación. Todo esto porque ignoran y no se preocupan por buscar las naturalezas y causas de las cosas. Y así el resto de los atributos que ponen en las cosas son también modos de imaginar pues la imaginación es afectada de diversos modos. Y atribuyen a la naturaleza de las cosas, esos atributos. Si el sonido agrada al oído lo llaman armonía y han llegado a creer que Dios se complace con la armonía. Cada cual juzga de las cosas según la disposición de su cerebro o, más bien, toma por realidades las afecciones de su imaginación. Y también ha surgido el escepticismo, pues en boca de todos está que "no hay menos desacuerdo entre cerebros que entre paladares". Más bien imaginan las cosas que las entienden. Pues si las entendiecen, como las Matemáticas, al menos las cosas serían igualmente convincentes para todos, ya que no igualmente atractivas. Entonces vemos que las nociones con que se suelen explicar la naturaleza son modos de imaginar, y no muestran la naturaleza de cosa alguna, sino la contextura de la imaginación, y estos entes los llamo entes de imaginación. ¿De dónde han surgido tantas imperfecciones en la naturaleza a saber: la corrupción de las cosas hasta el hedor, la fealdad que provoca náuseas, la confusión, el mal, el pecado, etc?. La perfección de las cosas debe estimarse por su sola naturaleza y potencia. ¿Y porqué no ha creado Dios a todos los hombres de manera tal que solo se manejasen por la razón? Porque a su entendimiento infinito no le ha faltado materia para crearlo todo.

De la naturaleza y origen del alma



Del origen y naturaleza de los afectos

La mayor parte de los que han escrito acerca de los afectos y la conducta humana, parecen tratar no de cosas naturales que siguen las leyes ordinarias de la naturaleza, sino de cosas que están fuera de ésta. Más aún: parece que conciben al hombre, dentro de la naturaleza, como un imperio dentro de otro imperio. Pues creen que el hombre perturba, más bien que sigue, el orden de la naturaleza que tiene una absoluta potencia sobre sus acciones y que sólo es determinado por sí mismo. Atribuyen además la causa de la impotencia e inconstancia humanas, no a la potencia común de la naturaleza, sino a no sé qué vicio de la naturaleza humana, a la que, por este motivo, deploran, ridiculizan, desprecian o, lo que es más frecuente, detestan; y se tiene por divino a quien sabe denigrar con mayor elocuencia o sutileza la impotencia del alma humana. No han faltado, con todo, hombres muy eminentes (a cuya labor y celo confesamos deber mucho), que han escrito muchas cosas preclaras acerca de la recta conducta, y han dado a los mortales consejos llenos de prudencia, pero nadie, que yo sepa, ha determinado la naturaleza y la fuerza de los afectos, ni lo que puede el alma, por su parte, para moderarlos. Ya sé que el celebérrimo Descartes, aun creyendo que el alma tiene una potencia absoluta sobre sus acciones, ha intentado, sin embargo, explicar los afectos humanos por sus primeras causas, y mostrar, a un tiempo, por qué vía puede el alma tener un imperio absoluto sobre los afectos; pero, a mi parecer al menos, no ha mostrado nada más que la agudeza de su gran genio, como demostraré en su lugar. Ahora quiero volver a los que prefieren, tocante a los efectos y actos humanos, detestarlos y ridiculizarlos más bien que entenderlos. A ésos, sin duda, les parecerá chocante que yo aborde la cuestión de los vicios y sinrazones humanas al modo de la geometría, y pretenda demostrar, siguiendo un razonamiento cierto, lo que ellos proclaman que repugna a la razón, y que es vano, absurdo o digno de horror. Pero mis razones para proceder así son éstas: nada ocurre en la naturaleza que pueda atribuirse a vicio de ella; la naturaleza es siempre la misma, y es siempre la misma, en todas partes, su eficacia y potencia de obrar; es decir, son siempre las mismas, en todas partes, las leyes y reglas naturales según las cuales ocurren las cosas y pasan de unas formas a otras; por tanto, uno y el
mismo debe ser también el camino para entender la naturaleza de las cosas, cualesquiera que sean, a saber: por medio de las leyes y reglas universales de la naturaleza. Siendo así, los afectos tales como el odio, la ira, la envidia, etcétera, considerados en sí, se siguen de la misma necesidad y eficacia de la naturaleza que las demás cosas singulares, y, por ende, reconocen ciertas causas, en cuya virtud son entendidos, y tienen ciertas propiedades, tan dignas de que las conozcamos como las propiedades de cualquier otra cosa en cuya contemplación nos deleitemos. Así pues, trataré de la naturaleza y fuerza de los afectos, y de la potencia del alma sobre ellos, con el mismo método con que en las Partes anteriores he tratado de Dios y del alma, y considerar los actos y apetitos humanos como si fuese cuestión de líneas, superficies o cuerpos 

DEFINICIONES
I. —Llamo causa adecuada aquella cuyo efecto puede ser percibido clara y distintamente en virtud de ella misma. Por el contrario, llamo inadecuada o parcial aquella cuyo efecto no puede entenderse por ella sola.
168
II.—Digo que obramos, cuando ocurre algo, en nosotros o fuera de nosotros, de lo cual somos causa adecuada; es decir (por la Definición anterior), cuando de nuestra naturaleza se sigue algo, en nosotros o fuera de nosotros, que puede entenderse clara y distintamente en virtud de ella sola. Y, por el contrario, digo que padecemos, cuando en nosotros ocurre algo, o de nuestra naturaleza se sigue algo, de lo que no somos sino causa parcial.
III.-Por afectos entiendo las afecciones del cuerpo, por las cuales aumenta o disminuye, es favorecida o perjudicada, la potencia de obrar de ese mismo cuerpo, y entiendo, al mismo tiempo, las ideas de esas afecciones.
Así pues, si podemos ser causa adecuada de alguna de esas afecciones, entonces entiendo por «afecto» una acción; en los otros casos, una pasión.
POSTULADOS
I.-El cuerpo humano puede ser afectado de muchas maneras, por las que su potencia de obrar aumenta o disminuye, y también de otras maneras, que no hacen mayor ni menor esa potencia de obrar.
Este Postulado o Axioma se apoya en el Postulado 1 y los Lemas 5 y 7 que siguen a la Proposición 13, Parte II 73.
II.—El cuerpo humano puede padecer muchas mutaciones, sin dejar por ello de retener las impresiones o huellas de los objetos (ver acerca de esto el Postulado 5 de la Parte II), y, por consiguiente, las imágenes mismas de las cosas; para cuya Definición ver el Escolio de la Proposición 17 de la Parte II.
 
Prop 1 Nuestra alma obra ciertas cosas, pero padece ciertas otras; a saber: en cuanto tiene ideas adecuadas, entonces obra necesariamente ciertas cosas, y en cuanto que tiene ideas inadecuadas, entonces padece necesariamente ciertas otras.

Dem: ...a partir de una idea cualquiera dada debe necesariamente seguirse algún efecto, de cuyo efecto Dios es causa adecuada...

Corolario: De aquí se sigue que el alma está sujeta a tantas más pasiones cuantas más ideas inadecuadas tiene, y, por contra, obra tantas más cosas cuantas más ideas adecuadas tiene.

Prop 2 Ni el cuerpo puede determinar al alma a pensar, ni el alma puede determinar al cuerpo al movimiento, ni al reposo, ni a otra cosa alguna (si la hay)

Dem: Todos los modos de pensar tienen a Dios por causa, en cuanto que es cosa pensante, y no en cuanto que se explica a través de otro atributo, por consiguiente, lo que determina al alma a pensar, es un modo de pensamiento, y no de la extensión, es decir, no es un cuerpo, que era lo primero. Además, el movimiento y el reposo de un cuerpo deben proceder de otro cuerpo, que ha sido también determinado al movimiento o al reposo por otro, y, en términos absolutos, todo cuanto sucede en un cuerpo ha debido proceder de Dios en cuanto se lo considera afectado por algún modo de la extensión, y no por algún modo del pensamiento, es decir, no puede proceder del alm, que es un modo del pensamiento, que era lo segundo.

Escolio: ...el alma y el cuerpo son una sola y misma cosa, que se concibe, ya bajo el atributo del pensamiento, ya bajo el de la extensión. De donde resulta que el orden o concatenación de las cosas es uno solo, ya se conciba la naturaleza bajo tal atributo, ya bajo tal otro, y, por consiguiente, que el orden de las acciones y pasiones de nuestro cuerpo se corresponde por naturaleza con el orden de las acciones y pasiones del alma...

Dem:

...nadie, hasta ahora, ha determinado lo que puede el cuerpo, es decir, a nadie ha enseñado la experiencia, hasta ahora, qué es lo que puede hacer el cuerpo en virtud de las solas leyes de su naturaleza, considerada como puramente corpórea, y qué es lo que no puede hacer salvo que el alma lo determine...los sonámbulos hacen en sueños cosas que no osarían hacer despiertos: ello basta para mostrar que el cuerpo, en virtud de las leyes de su naturaleza, puede hacer muchas cosas que resultan asombrosas a su propia alma. Además nadie sabe de qué modo ni con qué medios el alma mueve al cuerpo...reprochan que si la mente humana no fuese apta para pensar, el cuerpo sería inerte y que cosas como el hablar o el callar caen bajo la sola potestad del alma...pero la experiencia enseña que si el cuerpo está inerte, el alma es al mismo tiempo inepta para pensar...no siempre es igualmente apta para pensar sobre un mismo objeto, sino que, según el cuerpo sea más apto para ser excitado por la imagen de tal o cual objeto, en esa medida es el alma más apta para considerar tal o cual objeto...aducirán que el cuerpo humano, si no estuviera determinado y orientado por el alma, no sería capaz de edificar un templo..

Los hombres no tienen sobre ninguna cosa menos poder que sobre su lengua y para nada son más impotentes que para moderar sus apetitos; de donde resulta que los más creen que sólo hacemos libremente aquello que apetecemos escasamente, ya que el apetito de tales cosas puede fácilmente ser dominado por la memoria de otra cosa de que nos acordamos con frecuencia, y, en cambio, no haríamos libremente aquellas cosas que apetecemos con un deseo muy fuerte, que no puede calmarse con el recuerdo de otra cosa. Si los hombres no tuviesen experiencia de que hacemos muchas cosas de las que después nos arrepentimos, y de que a menudo, cuando hay en nosotros conflicto entre afectos contrarios, reconocemos lo que es mejor y hacemos lo que es peor, nada impediría que creyesen que lo hacemos todo libremente. Así, el niño cree que apetece libremente la leche, el muchacho irritado, que quiere libremente la venganza, y el tímido, la fuga...no pueden reprimir el impulso que les hace hablar. 

De modo que la experiencia misma, no menos claramente que la razón, enseña que los hombres creen ser libres sólo a causa de que son conscientes de sus acciones, e ignorantes de las causas que las determinan, y, además, porque las decisiones del alma no son otra cosa que los apetitos mismos, y varían según la diversa disposición del cuerpo, pues cada cual se comporta según su afecto, y quienes padecen conflictos entre afectos contrarios no saben lo que quieren, y quienes carecen de afecto son impulsados acá y allá por cosas sin importancia. Todo ello muestra claramente que tanto la decisión como el apetito del alma y la determinación del cuerpo son cosas simultáneas por naturaleza, o mejor dicho, son una sola y misma cosa, a la que llamamos "decisión" cuando la consideramos bajo el atributo del pensamiento, y "determinación" cuando la consideramos bajo el atributo de la extensión, y la deducimos de las leyes del movimiento y el reposo y esto se verá más claro por lo que vamos a decir....no podemos, por decisión del alma, hacer nada que previamente no recordemos...decir una palabra, si no nos acordamos de ella. Y no cae bajo la potestad del alma el acordarse u olvidarse de alguna cosa...solo callar o hablar de la cosa que recordamos...cuando soñamos que hablamos, creemos que hablamos por libre decisión del alma, y sin embargo no hablamos o, si lo hacemos, ello sucede en virtud de un movimiento espontáneo del cuerpo. Soñamos, además, que ocultamos a los hombres ciertas cosas, y ello por la misma decisión del alma en cuya virtud, estando despiertos, callamos lo que sabemos. Soñamos, en fin, que por decisión del alma hacemos ciertas cosas que, despiertos, no osamos hacer. Y, siendo ello así, me gustaría mucho saber si hay en el alma dos clases de decisiones, unas fantásticas y otras libres. Y si no se quiere incurrir en tan gran tontería, debe necesariamente concederse que esa decisión del alma que se cree ser libre, no se distingue de la imaginación o del recuerdo mismo, y no es más que la afirmación implícita en la idea, en cuanto que es idea. Y, de esta suerte, tales decisiones surgen en el alma con la misma necesidad que las ideas de las cosas existentes en acto. Así pues, quienes creen que hablan, o callan, o hacen cualquier cosa, por libre decisión del alma, sueñan con los ojos abiertos. 


Prop 3 Las acciones del alma brotan sólo de las ideas adecuadas; las pasiones dependen sólo de las inadecuadas.

Dem: Lo que constituye primariamente la esencia del alma no es otra cosa que la idea del cuerpo existente en acto...El alma, en cuanto que tiene ideas inadecuadas, en esa medida padece necesariamente, luego las acciones del alma se siguen sólo de las ideas adecuadas, y el alma sólo es pasiva porque tiene ideasa inadecuadas.

Escolio: ...las pasiones se refieren a las cosas singulares de la misma manera que el alma, y no pueden percibirse de otro modo

Prop 4 Ninguna cosa puede ser destruida sino por una causa exterior

Prop 5 ... cosas son de naturaleza contraria, es decir, no pueden darse en el mismo sujeto, en la medida en que una de ellas puede destruir a la otra.

Prop 6 Cada cosa se esfuerza, cuanto está a su alcance, por perseverar en su ser (conatus) (las cosas expresan de cierta y determinada manera la potencia de Dios)

Prop 7 El esfuerzo con que cada cosa intenta perseverar en su ser, no es nada distinto de la esencia actual de la cosa misma.

Dem: las cosas no pueden más que aquello que se sigue necesariamente a partir de su naturaleza

Prop 8 El esfuerzo por el que cada cosa intenta perseverar en su ser, no implica tiempo alguno finito, sino indefinido. (si no es destruida por ninguna causa exterior, continuará existiendo en virtud de la misma potencia por la que existe ahora)

Prop 9 El alma, ya en cuanto tiene ideas claras y distintas, ya en cuanto las tiene confusas, se esfuerza por perseverar en su ser con una duración indefinida, y es consciente de ese esfuerzo suyo.

No intentamos, queremos, apetecemos, ni deseamos algo porque lo juzguemos bueno, sino que, al contrario, juzgamos que algo es bueno porque lo intentamos, queremos, apetecemos y deseamos.

Prop 10 Una idea que excluya la idea de nuestro cuerpo no puede darse en nuestra alma, sino que le es contraria
(lo que primordialmente constituye la esencia del alma es la idea del  cuerpo existente en acto, el primordial y principal esfuerzo de nuestra alma será el de afirmar la existencia de nuestro cuerpo)

 Nota mía: el alma como herramienta del cuerpo, para perseverar en el ser, como el león tiene sus garras

Prop 11 La idea de todo cuanto aumenta o disminuye, favorece o reprime la potencia de obrar de nuestro cuerpo, a su vez aumenta o disminuye, favorece o reprime, la potencia de pensar de nuestra alma.

Prop 12 El alma se esfuerza, cuanto puede, en imaginar las cosas que aumentan o favorecen la potencia de obrar del cuerpo. 

Apéndice
El hombre no es un imperio dentro de otro imperio. 

De la servidumbre humana, o de la fuerza de los afectos

Del poder del entendimiento, o de la libertad humana







No hay comentarios:

Publicar un comentario