aborto y otros circuitos de reproducción de conductas reprochables

Estoy de acuerdo que es un asunto moral y por lo tanto no es posible un acuerdo veridiccional, también critico una suerte de pro-abortismo como si no dejara secuelas y sumo dos cosas más: ¿quién es el sujeto que decide abortar? ¿la mamá que concibe o la sociedad? ya que suele ser la sociedad la que decide cuándo ser madre y cuándo abortar, con el triste resultado de abortos y maternidades no deseadas o en el peor de los casos, filicidios, abundantes y poco difundidos, pero todo el asunto del aborto está montado sobre tantas construcciones sociales y a la vez es tan evidente la problemática de la fecundación que lo que delata el debate es la miopía del homo social y su tragedia interminable sobre algo que es central a su especie, la reproducción, ya que no podemos descuidar que los que opinamos somos mentes castradas en una sociedad patriarcal que decide desde cómo vestirte hasta cuándo, cómo y con quién tener sexo, esto es poner la carreta delante del caballo y confundir síntoma por causa.
Por lo anterior, este asunto es el reflejo de una neurosis social y quizá su propia insolubilidad no deje otra alternativa que tomar conciencia, por el hecho de que no se puede arrastrar por mucho tiempo la elección legal de tomar el camino del mal menor, en algún momento cuando se trata de enfermedades sociales hay que buscar resolver el origen social de esa neurosis. Pero para agregar, ya que estamos, una complejidad adicional, a la cuestión del comienzo de la vida, pregunto qué sucedería si pudiéramos viajar al pasado para matar a un criminal, ¿cuándo nació el criminal?, cuando su feto manifestó señales nerviosas? en ese caso, ¿matar a su pasado es preabortivo de modo que no habría asesinato? ¿y al feto se lo podría interrumpir en el momento de la concepción? sin embargo sigue la cuestión de que estaríamos evitando un nacimiento que iba a ocurrir. En ese caso las definiciones científicas sobre el comienzo de la vida ¿acaso no estarían únicamente tomando en consideración los alcances de la tecnología actual sin tener en cuenta esta parcialidad de sus datos ? ¿y el hecho por ejemplo, en este caso, de que el tiempo no es lineal como el espacio para establecer tales simetrías? no tomo partido ya que solo se está buscando un parche lo más políticamente correcto posible, y como dije, para mí es un asunto insoluble que sólo llevará a tomar conciencia sobre la neurosis social que estamos padeciendo.
Desde la época en que el cristianismo cambió el concepto de la familia amplia, tal como se desarrolla en las sociedades tradicionales,  a la familia reducida solo de padres e hijos condenados a vivir hacinados en un pequeño espacio en una misma casa de acuerdo a las reglas de la sana familia las sanas  costumbres, SXVII, al mismo tiempo que los convierte en los eternos sospechosos de pederastia y cuando inicia la bibliografía de la sexualidad infantil y los padres se convierten en seres vigilados, las neurosis y los millonarios flujos de dinero en torno a la medicina de la normalidad y los litigios no se iban a hacer esperar, si los porcentajes de abuso sexual infantil son tan altos entre padres y docentes como denuncian los escuadrones de la mente y sus estadísticas, porqué no se los aisla a todos los chicos, se los podría llevar a un país aparte, siempre va a ser mejor que padecer esta persecución social y niñeces emocionalmente mortificadas, solo para que algunos puedan hacer su pequeña fortuna y fama y ni hablar ahora con la moda de los “padres super star” que no permitirán que esto ocurra, la guerra en el seno de lo más sensible y digno de cuidado de una comunidad de seres vivientes está asegurada, diabólicamente diagramada y sin solución de continuidad, si verdaderamente las estadísticas de violencia doméstica y abuso sexual infantil son certeras, entonces, qué detiene a la evidente necesidad de disolver el concepto de familia reducida cristiana, para qué se crea este circuito de reproducción de padres e hijos hacinados a la vez que son sindicados los padres como altamente probables abusadores infantiles, es similar a la exigencia para los curas de mantener la castidad para reproducir un circuito de abusos de niños huérfanos, o las restricciones sociales para determinar qué embarazo es apropiado y cuál no, se limita el lugar, el tiempo y con quién es adecuado que la mujer se acueste a la vez que se condena el aborto, se crean circuitos obligados y diabólicos destinados a reproducir las conductas reprochadas.
Hay una directa contradicción entre la semántica trágica detrás de actos tales como aborto y sexualidad infantil y su aparente frecuencia y resolución dicotómica por ejemplo a "favor o en contra" de tal o cuál medida, cuando su sola existencia debería tomarse como un indicador de que algo no esta bien. Abundan situaciones de embarazo no deseado y situaciones de abuso sexual infantil, pero forzamos las condiciones para incrementar su frecuencia: la familia reducida cristiana solo de padres e hijos como símbolo de salud mental y estatus social, el condicionamiento en la sexualidad de la mujer, en este caso la sexualidad reproductiva, la situación empeorará y los parches: por ejemplo buscar la mejor forma de abortar o condenarlo, poner bajo sospecha a todos los que estén en contacto con niños, etc, el único resultado positivo que logra es asegurar partidas presupuestarias y darle de comer a los que viven de estos temas y por lo demás, solo logra incrementar la mortificación en la vida de las personas que a su vez se sienten cada vez más vigiladas, controladas y castigadas, es decir normalizadas de acuerdo a una vara que por un lado fuerza las condiciones que supuestamente son las ideales para reproducir cierta anormalidad a la vez que la condena, por ejemplo publicitar la imagen de la mujer como madre natural, siempre dispuesta a la maternidad, y las formas sociales de la paternidad, desata situaciones similares al circuito cerrado de la población carcelaria que se reproduce a sí misma de lo cual ya se sabía antes de establecerla como forma básica de castigo a principios del siglo XIX. El condicionamiento sexual femenino y el elogio de la familia reducida cristiana con todos sus matices es reproductor de las situaciones de embarazo no deseado, y de las situaciones de abuso sexual infantil que se buscan evitar. De modo que lo que tenemos es el surgimiento de circuitos cerrados para reproducir las conductas que en última instancia justifican una vigilancia y una vida mortuosa y sumisa, es decir, controlada, regulada y normalizada.
Comentarios
MMS- Soy pro vida y no me adentro demasiado en las posiciones filosóficas, teóricas o religiosas (siendo practicante). Me parece q este punto se solucionaría, en gran medida, con condiciones de vida digna, educación reproductiva y publicidad apropiada. Lamentablemente, las mujeres q más abortan son las q no tienen recursos, ni educación y redes sociales de contención, lo digo con conocimiento porque trabajé en barrios carenciados d todo. Más aún, en Uruguay q existe el aborto legal, no disminuyó la tasa d abortos. Por qué?. Porque las condiciones de vida d las mujeres pobres siguen siendo tan indignas como lo eran antes.

MR- Mi postura es que no se puede decidir sobre algo que no es una causa, sino un efecto que nos está indicando que algo mucho más profundo no está bien. Se crean "mercados cerrados" por una lógica de reproducción propia con una moral que inevitablemente provoca la conducta que al mismo tiempo se reprocha y así los sujetos encerrados en esta lógica diabólica se mortifican porque no pueden evitar la conducta que se les reprocha. Es conocido el caso de la población carcelaria, el delincuente se forma en la cárcel, es ahí donde se vincula y adquiere un sentido de pertenencia en el cual buscará moverse y así este mercado cerrado se reproduce y a la vez encuentra justificación en una tasa delictiva de la cual es su principal causa. Otro mercado cerrado encontrás en el celibato, la exigencia de castidad a los religiosos de clausura, su responsabilidad paternal sobre cierta población de siervos por ejemplo orfanatos, etc, y la creación médica de perfiles sexuales patológicos crea otro mercado cerrado, en el cual los religiosos son víctimas de sus propias prescripciones que los llevan a formar parte de lo que el poder médico define como patológico; otro mercado cerrado es el de la sexualidad femenina, en cuyo dominio, las restricciones morales provocan embarazos no deseados que a la vez son reprochados por el mismo sistema penal religioso que los provoca; la familia reducida de padres e hijos es otro mercado cerrado en donde se prescribe una obediencia parental respecto a vivir en un mismo techo padres e hijos siempre no importa si hay amor, si están emocionalmente preparados y con la madurez necesaria, haya o no depresión u otras neurosis, el padre ha de cuidar de su esposa y de sus hijos a la vez que el poder médico define las patologías del padre violento y del padre abusador, es algo así como decir: cuidá de tus hijos, pero no tengas sexo con ellos, cuida de tu mujer, pero no le pegues, a la vez que se borró de la cultura los vínculos con la familia amplia que se acercaba más al concepto de comunidad, ahora la obediencia pasó de los hijos a los padres cuya obligación es cuidar de sus hijos, pero al mismo tiempo se define a esos padres como los enemigos patológicos potenciales número uno de los hijos, es decir que al prescribirlo se direcciona al Ser hacia lo que el mismo poder médico define como patología y estamos otra vez retroalimentando un circuito de sujetos dignos de ser vigilados pues están moralmente obligados a formar parte de una forma de ser sospechosa: exconvicto, mujer sexuada, padre de familia, religioso con votos de castidad, son todos sospechosos y la mortificación anula al espíritu libre, necesitamos romper estas cadenas morales porque solo un espíritu libre puede replantearse la lógica de su propio raciocinio ya que la inteligibilidad que nos gobierna evidentemente necesita modificaciones

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