la recurrente delegación del Ser en la cultura política popular latinoamericana

Destruyamos esa fantasía del líder mesiánico que nos incrustaron desde nuestra educación profundamente verticalista ya que solo es endeudamiento a largo plazo, no deleguemos para comodidad o por un falso sentimiento moral nuestro Ser en el de otro, para que sea en todos y así todos dejen de Ser, contamos con la fuerza del cooperativismo, la voluntad individual puesta en lo colectivo, abandonemos nuestras tareas indefinidamente, hasta que el precio del m2 recupere los valores del 2001 y se metan sus riquezas que tanto les enorgullecen en donde quieran, solo de esta forma podremos adquirir la confianza necesaria para incursionar en el hábito democrático y sostenernos en real estado democrático

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