Dejar de ser yo mismo

He venido a dejar de ser yo mismo. No me refiero a que he cambiado mi sexo, para gozar de otros placeres que me estaban prohibidos. Tampoco me refiero al cambio de género o de aspecto físico ni de ninguna identidad de aspecto exterior, para acceder a derechos políticos y sociales que se me tenìan prohibidos. Tampoco el cambio es cultural ni étnico, quizá hubiera sido también para acceder a derechos políticos y sociales que me estaban prohibidos. Tampoco me refiero a la nacionalidad, ya que, aunque mis derechos civiles variarían notablemente, nadie me consideraría otro. Tampoco me refiero a que mi identidad psíquica, es decir mi ego, ya no sea más mío, o que mi alter ego me haya vencido o que haya decidido finalmente darle licencia a mi superyo. Eso me liberaría evidentemente, de rebeliones en contra de una erróneamente supuesta propia voluntad y de coerciones para que no de rienda suelta a los placeres de ese ello que al parecer no sería yo, pero que sin embargo es algo que estaría a cargo mío, ya que cuando ese ello actúa, los otros me lo hacen notar, que el que actué he sido yo, y me demandan que pague por esas deudas que son los excesos sobre la norma acordada por otros, de ese ello que sería mi ello, cada vez que actúa fuera de mí mismo. Sí, sería una gran ventaja dejar de ser mi propio yo psíquico, ahora que lo pienso, tienen mucho poder sobre mí mismo los normalizadores del alma: médicos, sacerdotes y jueces, la interdeterminación del para sí colectivo, cuando establecen desde más allá de la frontera del objeto subjetivado y el sujeto objetivado, los límites para mi ello y me aseguran de que yo soy yo y de que tengo a cargo a mi ello, que no siendo yo, es mío, sin cuestionamiento posible y sin asignación unversal por Ello alguna, teniendo que lidiar entre la coerción del hecho social y ese ello, cuando lo mejor sería que se arreglen entre ellos ya que si yo soy yo, con mi propia voluntad, qué tengo que ver con ellos. Tampoco me refiero a que abanonaré mi estado de conciencia, conciencia del mundo, conciencia de los alambrados, conciencia de mi conciencia, para unirme a la cosa en sí, porque entonces quedaría disponible para una nueva determinación que me restrinja de otro modo a la vez que perdería mi itseidad, tampoco me refiero a perder mi temporalidad y convertirme en un ser instantáneo rehaciéndose desde una negación orginaria una y otra vez como siendo feto eternamente, tampoco me refiero a que vaya a dejar de ser, ya que eso es imposible, no es posible que lo que es deje de ser, solo puede dejar de ser lo que es, pero no dejar de ser, puede cambiar el modo de serlo, puede ser simplemente o puede ser conciencia de lo que no se es, puede ser una presencia irreflexiva no tética o puede ser una conciencia tética, podría dejar de ser todo eso, conciencia no tética y conciencia tética, abandonar la esperanza de llegar a ser lo que el porvenir me muestra como en un futuro siendo y unirme al pasado sido del simple ser totalizador e idéntico a sí mismo. Tampoco he encontrado el modo de abandonar este cuerpo anticuado para inmortalizar este cogito porque yo soy su testigo presencial fundamentado en la negación de no serlo, negación que sin embargo es duda angustiosa y por eso se proyecta hacia un porvenir que la resuelva, además inmortalizarlo no me liberaría de la temporalidad, ya que la eternidad ausente de tiempo solo está en el simple ser idéntico a sí mismo. No es que esté incómodo con todo eso que soy, estoy muy bien con todo esto, pero además yo soy tus determinaciones, yo soy la sombra del reflejo reflejante afectado en su ser por tus fronteras, tus modos, tus cualidades y tus estados. Te pido disculpas si me he extendido demasiado, yo solo quiero decirte que he venido a dejar de ser yo mismo, he venido para matarte. Y si te asombra te pido que prestes atención a tu alrededor, porque por si no te has dado cuenta, nos hemos convertido en un enjambre de homo determinadores matándonos a puras determinaciones, bombardeándonos, ametrallándonos con lo que no somos para no ser lo que somos, para que mi porvenir y el tuyo no tengan como posibles, posibilidades que podrían haber sido

No hay comentarios:

Publicar un comentario