Si los políticos fueran mudos, los filósofos no se verían en la necesidad de refutarlos permanentemente, abandonarían los estudios sobre la ética, podrian dedicarse a la Física. Pero como vemos, los políticos hablan.
A muchos pensadores cuando relatan su ideología o interpretan a sus oponentes, son leídos por los que comparten su ideología y son buenos, otros muchos escriben genérico y son leídos por todos y también son buenos, pero hay algunos que mientras explican su ideología son leídos y a veces prohibidos por sus enemigos, éstos son indispensables
Espero que con todas las boludeces que escribimos cuando volvamos nos tiren unos mangos
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