El lenguaje de la producción es desde inicios del SXX, exclusivamente formal, el conocimiento, desde Hume, uno de los más claros y profundos filósofos, mal que no lo hayan comprendido muchos pensadores de la modernidad, pertenece a la estructura mental: nada, ningún conocimiento hay allí afuera, ninguna certeza. El lenguaje humano cotidiano tiene su parte innata y su parte cultural semántica y cualquier hombre que no reciba la técnica del lenguaje en los primeros doce años de vida jamás hablará pues jamás tendrá nada para decir. Lo mismo vale para la adquisición de la semántica del tennis, de físico-matemática y lógico-matemática. Mientras que la episteme del mundo productivo se asienta como un reticulado formal de una física lógico-matemática a través del cual puede observarse la única naturaleza calculable, cientifizable y tecnologizable cada vez más sofisticado y alejado del grado adquirido por el promedio de los latinoamericanos, los románticos de la esclavitud quieren suprimir la matemática de la escuela, cuando debería extenderse y profundizarse su entrenamiento. En cualquier otra situación los latinoamericanos permanecerán ciegos para pensar e imaginar el mundo de las representaciones formales en el cual se mueve y avanza el conocimiento tecnológico por lo tanto incapaces de producir y de crear nuevos conocimientos.
El lenguaje de la producción es desde inicios del SXX, exclusivamente formal, el conocimiento, desde Hume, uno de los más claros y profundos filósofos, mal que no lo hayan comprendido muchos pensadores de la modernidad, pertenece a la estructura mental: nada, ningún conocimiento hay allí afuera, ninguna certeza. El lenguaje humano cotidiano tiene su parte innata y su parte cultural semántica y cualquier hombre que no reciba la técnica del lenguaje en los primeros doce años de vida jamás hablará pues jamás tendrá nada para decir. Lo mismo vale para la adquisición de la semántica del tennis, de físico-matemática y lógico-matemática. Mientras que la episteme del mundo productivo se asienta como un reticulado formal de una física lógico-matemática a través del cual puede observarse la única naturaleza calculable, cientifizable y tecnologizable cada vez más sofisticado y alejado del grado adquirido por el promedio de los latinoamericanos, los románticos de la esclavitud quieren suprimir la matemática de la escuela, cuando debería extenderse y profundizarse su entrenamiento. En cualquier otra situación los latinoamericanos permanecerán ciegos para pensar e imaginar el mundo de las representaciones formales en el cual se mueve y avanza el conocimiento tecnológico por lo tanto incapaces de producir y de crear nuevos conocimientos
Vicente Sin dudas las matemsticas, como formas cuantitativas son insoslayables. Pero tambien son importantes los momentos cualitativos. Bussi no tiene nada del romanticismo que se expreso culturalmente en nuestra historia. Es simplemente UN BRUTO que no quiere que le cuenten sus brutalidades
MR sí, por eso aclaré que me refiero al conocimiento productivo. Hay un conocimiento cualitativo contemporáneo en torno a la interpretación de lo impensado, o inconsciente o no-pensado, de mayor importancia que lo cuantitativo para comprender al mundo (humano), es decir el psicoanálisis y la etnología, pero a la naturaleza desde hume se la accede a través de la representación matemática
No hay comentarios:
Publicar un comentario