Pecados y castigos

Imaginate la situación,

vas con tu nave espacial tranqui regulando cuando de pronto en un cruce te topás con estas dos leyendas:

“Bienvenido a la tierra del Inca, procura no mentir, no robar y no seas haragán”

En tanto que en la otra vía puede leerse

“Bienvenido al reino de Cristo
en el cual rigen las siguientes obligaciones
Amarás a Dios sobre todas las cosas
No dirás el nombre de Dios en vano
Santificarás las fiestas
Honrarás a tu padre y a tu madre
No matarás
No cometerás actos impuros
No robarás
No darás falsos testimonios ni mentiras
No consentirás pensamientos ni deseos impuros
No codiciarás los bienes ajenos
No cometerás
lujuria
ni pereza
ni gula
ni ira
ni envidia
ni avaricia
ni soberbia

Y más abajo un libro gordo con los códigos de todas las prohibiciones, obligaciones y castigos”

Ahora el pueblo de Cristo oprimido bajo una normalización imponiendo un control político-pastoril gracias al monstruoso aparato punitivo heredado por la Roma Católica del extinguido imperio tolerada solo a base de duplicarse en personajes y de descargar esa furia de frustradas promesas fabulescas con exagerada perversión cuando el personaje "normal" desaparece y el auténtico individuo tiene el poder a su favor retoma sus matanzas en la tierra del “procura no mentir, no robar y no seas haragán”

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