Muerte, Deseo y Ley

La vida del hombre contemporáneo gira en torno a tres grandes positividades que empirizan su finitud: la biología de la vida con sus funciones, la economía con su capital, trabajo, sus modos de producción y sus conflictos y el lenguaje con sus significaciones. Y este ser procura conocerse a sí mismo estudiando funciones, conflictos y significaciones que son las representaciones que se le aparecen a su conciencia, y en un modo más o menos indirecto según el encuadre, captura el trasfondo oculto inconsciente y a-priori a estas empiricidades.   
Eventuales normas, reglas y sistemas en su historicidad son las fronteras, los fundamentos y las estructuras, los no pensados, condiciones de posibilidad de toda representación biológico-funcional (normas), productivo conflictual (reglas), linguísticas significativas (sistemas) para un hombre en sus positividades contemporáneas de la vida, el trabajo y el lenguaje.
Vemos cuán lejos de las fronteras que hay que cruzar germinan las ideologías con las que el hombre quiere cambiarse a sí mismo, desde el monetarismo hasta el marxismo, y que con cada rechazo no hace más que reforzar su modo de ser actual inserto en un positivismo finito de la vida, el trabajo y el lenguaje.
Muerte, Deseo y Ley, conceptualizan el espacio del inconsciente al cual el conocimiento sobre el hombre corresponde apuntar sin rodeos cuestionándolo directamente procurando captar su representación, es decir representar la representación a partir de la cual pueden darse y se dan todas las representaciones de todas las funciones, conflictos y significaciones conscientes e inconscientes dentro de los límites del espacio de representación actual.
Esto no significa que los trabajos intelectuales cuyo objeto es el hombre y que operan sobre representaciones conscientes no tengan conocimiento ya que  aportan un material inacabable para interpretar sus fronteras ocultas.
Los filósofos siguen denominando al inconsciente mitología freudiana por lo tanto siguen construyendo bajo la soberanía de la conciencia como en la filosofía clásica, sin embargo es el inconsciente el que está escribiendo en este momento justo antes del instante en que tomo conciencia de que estoy escribiendo para explicar que es mi inconsciente el que está escribiendo
Las investigaciones sobre el hombre deberían avanzar sobre distintos tipos de vida incluso aquellas creadas artificialmente por el hombre y en las estructuras mentales que estas desarrollan para su autoconservación, un psicoanálisis y una etnología comparadas no solamente entre distintas manifestaciones humanas para que el conocimiento sobre las fronteras empírico-trascendentales pueda actuar sobre el hombre actual antes de que este se auto destruya o destruya a una gran parte de su población si la tecnología no le permite en el corto plazo abandonar el planeta, un planeta completamente loteado, con sus propietarios ya asignados y un modo de ser de la vida, el trabajo y el lenguaje determinado por la Muerte, el Deseo y la Ley, que no solo depende de la inercia, sino también de la manipulación y que no estarán dispuestos a abandonar.

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