
Blog de Filosofía. Benito en el Siglo XXI propone una una mirada filosófica, durante un recorrido entre la Física y la Ética en sus estados actuales, es decir, sobre las Ciencias Formales: -Lógica y Matemática-, las Ciencias Básicas -Física, Química y Biología- y las Ciencias Humanísticas -Ciencias Políticas, Sociología y Antropología. Sobre Metafísica y Neurociencias Cognitivas.
La mentalidad del votante mm
La idea de mentalidad del votante mm que me voy armando, es que fue,
entre otras cosas, una suerte de castigo venganza, al alegre fiestero
del colectivo popular que se empoderó del poder de la mano del gobierno
kirchnerista, fiesta en la cual no tenía cabida y se sentía excluido,
porque no representaba lo que su educación profundamente,
inconscientemente, facha le revela: la dignidad es un amargo esfuerzo,
un suplicio hacia el éxito, y en donde hay festejos, hay vagancia. Para
el votante mm, la fiesta popular es indigna y solo traerá retraso,
pobreza y barbarie. Sus prejuicios culturales no le permiten reconocer,
que un pueblo alegre, que comparte un motivo común de alegría, y que es
el sentirse parte de la propia gobernabilidad, que se siente un poco
adentro del propio Congreso, que no solo es vida privada, sino parte de
la arena política, por eso el empoderamiento, y que vive día a día la
satisfacción de ser él mismo y cada uno los artífices de nuevos derechos
para cierto grupo o menos privilegios para otro, una conciencia
colectiva con sentimientos basados en el amor al prójimo, es mucho más
conducente para acercarse a sus propios proyectos de vida individuales y
sociales, y para ayudar a los de otras comunidades que la falsa
invención de dignidad en el esfuerzo amargo, puramente competitivo e
individualista. En donde hay cooperativismo, el votante mm ve vagos
alegres sin proyección que están dilapidando el dinero de todos. La
súper estructura neo liberal hizo bien su trabajo, ya que una cultura
unida en profunda cooperación es imposible de atravezar para su
ideología del juego de la competencia para la cual es necesaria
alimentar las diferencias. Hoy nos encontramos con un país, con la mitad
permeable a esa seudo civilización del egoísmo puro y la otra mitad
redescubriendo la plenitud en esa seudo barbarie que es la convivencia
cooperativa, de intercambios con el foco puesto al mismo tiempo en el
interés propio y del otro. Por este motivo, por esta absoluta oposición
entre sus valores internos y un modelo colectivo que propone que para
crecer hace falta suavizar las desigualdades en lugar de buscar
profundizarlas como busca su modelo íntimo, le resulta inaceptable y a
la vez siente rechazo hacia esos individuos que encuentran una forma de
felicidad completamente distinta a la suya, la suya compuesta únicamente
por una vida privada en la cual es el rey para sí, el empresario de sí
mismo, y le duele padecer la injusticia de tener que vivenciar el
triunfo de esos indignos, vagos y alegres para su mirada, su triunfo a
la par del suyo, solo que el suyo se da en soliloquio con su alma
sedienta de publicidad, el suyo es un triunfo de vivencias
incompartibles y por tanto incompleto, un triunfo vacío, y siente el
espanto de aquel que tiene poco control de sí mismo y que por eso
necesita orden y control afuera. Y por eso preferirá la tortura del
verdugo que la felicidad de los bárbaros. El gran desafío será incluir a
estas mentalidades en la fiesta popular latinoamericana, que
experimenten en su vida formar parte de algo que a la vez que lo
fortalece para sus intereses individuales le permite también satisfacer
la necesidad de brindarse al prójimo, algo mucho más poderoso que la
diferenciación y competitividad, ya que permite crecer en su ser, al
proyectarse en el ser de los otros, en una palabra, ser en comunidad.
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